jueves, 26 de septiembre de 2013

Descenso Dordogna. Camping Cenac

CENAC Y  DESCENSO DORDOGNA 
 
Nuestra siguiente etapa iba a estar marcada por un rio. El Dordogna que atraviesa todo este territorio,es un rio de aguas tranquilas,lo que favorece en gran medida que sea muy apto para el baño y las actividades naúticas. Hay multitud de campings en sus orillas y empresas de actividades y alquiler de canoas y kayaks. Para esta etapa elegimos pasar la noche en el camping municipal de Cenac. Allí aprovechamos para conectar la AC a corriente y cargar todos los aparatos eléctricos al máximo
.
Ya habíamos hecho uso de las sillas y la mesa en algún área, pero aquí le sacamos más partido.
El camping de Cenac era muy básico,pero realmente no le hacía falta más. En ocasiones los campings se convierten casi en parques de atracciones.Miles de personas que conviven en una mini-ciudad con todos los servicios, la música,la animación... por eso siempre me han gustado más los campings de montaña.. En este caso no le hacía falta nada de eso. Su ubicación le daba el resto. Las parcelas eran de hierba y con grandes árboles que daban buena sombra.Un pabellón con las duchas y fregaderos y sobre todo el rio integrado en el camping. Y el precio mucho mejor que en España.





Por la tarde aprovechamos para bañarnos (no todos...) en el rio,que la verdad estaba un poco "fresco"
Así que mientras Marisa nos   vigilaba, poco a poco nos fuimos metiendo en el agua,que bajaba muy limpia y tranquila.

 EL DESCENSO EN CANOA
Tras la cena al aire libre, fuimos a dormir, para prepararnos para el día siguiente,ya que nos esperaba el plato fuerte del día,el descenso del rio.En la misma puerta del camping contratamos la excursión,asi que a las 09:30 estabamos preparados para subirnos a un furgón que nos llevaría rio arriba, para bajar en canoa los 12 kilometros que nos separaban de Cenac.



Alquilamos 2 canoas. En una subirían Marisa y María y en la otra Javi y yo. Tengo que decir que fuimos claramente superiores en el descenso. Nos facilitaron a cada equipo un bote de plástico para meter las pertenencias,en los que metimos la camara,el almuerzo y el agua.




El equipo de las chicas

Y el equipo de los chicos (según Javi, equipo pirulillas)



 Hicimos una parada a mitad de recorrido para almorzar y reponer fuerzas, aprovechando esta zona que quedaba en mitad del rio. durante todo el recorrido se podían ver pueblos y algún que otro castillo o chateau
 Fue una actividad que nos gustó mucho y que duro unas cuatro horas. Me alegro de no haber escogido la de 24 kilometros,pues con este trayecto fue más que suficiente. una buena experiencia.

TARDE EN BEYNAC

Después de comer continuamos la ruta. Nuestro siguiente destino era Beynac. Este pueblo está sobre una montaña y tiene unas cuestas increibles.Aparcamos arriba y fuimos paseando por las calles empedradas. Luego tocó subir y con el palizón de la mañana costó un poco.. jejeje. Pero todos aguantaron como jabatos. 


Desde el Castillo de Beynac se puede ver el  Castillo de Castelnaud. Este valle era la frontera entre el territorio inglés y francés y unos a otros se vigilaban con recelo.



NOCHE EN EL PRADO DE UNA GRANJA
Terminamos la visita con ganas de descansar,ya que el día había sido muy provechoso. Nos pusimos manos a la obra para buscar un área cercana,pero esta vez parecía más complicado. En el pueblo de al lado la Roque Gageac, al que teníamos previsto ir,estaban celebrando las fiestas y todas las áreas estaban a reventar. Intentamos pernoctar en algún camping ,pero estaban completos y buscando buscando encontramos un cartel de una granja,perteneciente a la organización France passion. Te permiten dormir en sus instalaciones y a cambio les haces una visita (no es obligatorio comprar), para concocer sus productos. Venden vino,quesos,pates,pan....etc. etc.
 Preguntamos al hombre que cuidaba las instalaciones y directamente nos permitió pasar. Y en aquel prado rodeados de vacas (que las había),algún que otro pato y un gallo mañanero al día siguiente, dormimos placidamente,pero antes tocaba jugar un poco en este tobogan improvisado.





Aquel lugar que casi habíamos encontrado por accidente,resultó un verdadero acierto. Habían 2 AC más en el prado. No te enterabas del vecino de al lado. Todos  a su aire, sin gritar,con sus mesas,velas y copas de vino disfrutaban de aquel entorno, que sin tener nada lo tenía todo. La noche cayó y sacamos nuestras mesas y sillas para cenar bajo un cielo totalmente descubierto y repleto de estrellas. Con una copa de vino en la mano me iba dando cuenta de que este viaje estaba ya en su mitad . Terminamos la cena y durante un buen rato nos quedamos callados mirando al cielo, tapados con los sacos de dormir. Unos fuegos artificiales al fondo rompieron por un momento la oscuridad y el silencio. Entre los árboles se veían las torres del Chateau de Milandes,que sería nuestra siguiente visita al día siguiente...
Ya por la mañana,compramos unos vinos de la zona,una lata de foie y unas frambuesas y nos fuimos hacia el Chateau.





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