Dejamos atrás las montañas alemanas y el Castillo de Neuchswanstein para llegar hasta Lindau, donde teníamos reservado el segundo hotel "Landhotel Martinsmhule" . Estaba rodeado de campos de frutales y lúpulo para fabricar cerveza. Era un sitio espectacular y alejado de cualquier ruido. Lindau en si merece ya una visita,pero lo que marca el caracter de la región es el Bodensee o Lago Constanza. Cada orilla pertenece a un país, quedando repartido entre Alemania,Suiza y Austria,contando con numerosas zonas de baño,ferries y rincones para fotografiar. Pasamos 4 días allí y aprovechamos para visitar el Parque de atracciones Ravensburguer.
A orillas del lago.
Lindau
LANDHOTEL MARTINSMUEHLE
El Landhotel Martinsmuhle era muy acogedor.Una tarde la pasamos jugando por allí,no sin antes merendar frutas que habíamos comprado en las granjas cercanas. Tenían mucho terreno y una pequeña granja de animales. Volvería sin duda a este hotel.
RAVENSBURGER SPIELAND
Al día siguiente fuimos al parque de atracciones de Ravensburguer Spieland. No es un parque de grandes atracciones,sino más bien un lugar en el que niños y mayores pueden interactuar con las propias atracciones. Desde ordeñar una vaca robot a manejar una excavadora real.Barquitas,circuitos de agua, en el que desvías el curso con presas y otros inventos,circuitos de coches,toboganes gigantes,laberinto..... Nos gustó mucho sin tener atracciones de infarto. Muy original.
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